miércoles, 10 de noviembre de 2010

1921

Bastón para invidentes: El Bastón Blanco es un instrumento que identifica a los ciegos y deficientes visuales y les permite desplazarse en forma autónoma. Sus peculiares características de diseño y técnica de manejo facilitan el rastreo y detección oportuna de obstáculos que se encuentran a ras del suelo.

Historia del invento

Cuentan los historiadores que el mediodía del 22 de junio de 1921, Fallótico vio a una persona, a la cual entendió que se trataba de un ciego, que se encontraba esperando para cruzar en la esquina de la calle Medrano y Lezica de la Ciudad de Buenos Aires. Fallótico ayudó al discapacitado, pero quedó obsesionado con una pregunta: ¿Cómo hacer para distinguir a un ciego y poder ayudarlo? La idea siguió a este santafesino, que por aquel entonces vivía en el barrio de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, hasta que dio con la solución que consultó en la Biblioteca Argentina para Ciegos: un bastón blanco serviría para distinguirlo. José Fallótico nunca patentó su invento, fueron los estadounidenses quienes se adueñaron de la novedad, cuando George Benham, presidente del club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso.

La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho elemento se hizo universal. Curiosamente los estadounidenses celebran el "Día Internacional del Bastón Blanco", pero desconociendo quién es el inventor.

A casi 90 años de la invención del bastón para los invidentes: A 89 años del aporte de un santafesino a toda la humanidad, su sobrina Isabel Fallótico rememora la excelente idea de su tío abuelo. “En el año 1921 mi tío abuelo iba caminando por Buenos Aires, cuando en la esquina de Medrano y Lezica, observó que iba a cruzar un hombre que, después entendió, era un ciego. La persona amagaba, intentaba cruzar y no podía; y los coches pasaban por adelante de él. A partir de allí se le ocurrió algo: fue hasta su casa, buscó un bastón y lo pintó de blanco con la idea de que eso identifique a los ciegos”, relata Isabel. él era un persona muy humilde, destaca su sobrina.

Rememorar a un grande: José Fallótico era el hijo del primer boticario de San Vicente. Estudió en Santa Fe, pero luego se dedicó a la hojalatería y se fue a vivir a Buenos Aires, donde concibió el dispositivo que hasta el día de hoy ayuda a las personas no videntes.“En Santa Fue vivo sólo yo y tengo un hermano en la ciudad de Esperanza. Luego tenemos familiares en Buenos Aires, en Córdoba y en Rosario, y ellos se encargan de difundir la historia de José en el resto del país”, explicó Isabel. Fue una sencilla pero trascendental idea que se anota dentro del compendio de las grandes creaciones Argentinas.

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